EFE
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, promulgó este lunes la polémica ley popularmente conocida como “Don’t Say Gay” (“No digas gay”), que prohíbe hablar en las escuelas de sexualidad e identidad sexual hasta el tercer grado y las críticas estallaron de inmediato.
Un día después de ser motivo de burla en la ceremonia de los Premios Óscar por la ley ahora promulgada, DeSantis subrayó en una rueda de prensa tras poner su firma en la ley que no le “importa” lo que digan ni Hollywood, ni los medios, ni las corporaciones.
La ley oficialmente llamada “Derechos de los padres en la educación” impide básicamente que los maestros aborden la identidad de género y la orientación sexual en las clases con alumnos de jardín de infancia y primero y segundos grados, que tienen edades de hasta 7 u 8 años.
A partir de tercer grado de educación primaria, ambas cuestiones pueden ser abordadas de una forma “apropiada para la edad”.
Según la ley promulgada hoy, los padres podrán presentar demandas judiciales contra el distrito escolar y recibir una indemnización por daños y perjuicios si incumplen esta disposición.
En Twitter, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este lunes que la actual administración “continuará luchando por la dignidad y la oportunidad de cada estudiante y familia, en Florida y en todo el país”.
“Todos los estudiantes merecen sentirse seguros y bienvenidos en el salón de clases. Nuestros jóvenes LGBTQI+ merecen ser afirmados y aceptados tal como son”, señaló Biden.