26 de mayo de 2025
En un esfuerzo por fortalecer la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, las diputadas locales de Morena Bere Martínez y Brenda Velázquez, junto con el diputado Tomás Montoya, presentaron ante la Oficialía de Partes del Congreso del Estado la iniciativa de Ley de Crianza Positiva y Erradicación del Maltrato Infantil.
El proyecto —integrado por 35 artículos y cinco transitorios— establece un marco normativo que previene y sanciona el maltrato infantil y promueve prácticas de crianza respetuosas y libres de violencia en hogares, escuelas, centros de salud, espacios culturales y cualquier lugar donde se brinden servicios a menores.
Bere Martínez, vicecoordinadora del Grupo Legislativo de Morena, subrayó la urgencia de atender los distintos tipos de violencia que enfrentan los menores, desde descuido y abuso físico o sexual hasta explotación, consumo de drogas y trata de personas. “La ley será aplicable en cualquier espacio donde se ejerzan los derechos de niñas, niños y adolescentes”, precisó.
Brenda Velázquez destacó cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022, según la cual seis de cada diez menores han sido sometidos a métodos de disciplina violentos en sus hogares. Añadió que la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021 reporta que el 63 % de las y los niños de entre uno y 14 años en Nuevo León han experimentado castigos físicos o agresiones verbales en casa.
Tomás Montoya detalló que el artículo 8 de la iniciativa define la crianza positiva como aquella que garantiza cuidados básicos y fomenta el desarrollo integral del menor sin recurrir a castigos físicos ni tratos humillantes. El texto también contempla sanciones: quienes maltraten a un menor recibirán primero una amonestación verbal por parte del Ministerio Público y deberán asistir a programas de orientación en el DIF, cumplir con servicio comunitario y someterse a tratamiento psicológico o psiquiátrico, según corresponda.
Los legisladores señalaron que la aprobación de esta ley colocaría a Nuevo León a la vanguardia nacional en materia de protección a la infancia y promovería un cambio cultural hacia formas de crianza basadas en el respeto y el cuidado.