AFP
Miles de indígenas, en su mayoría de zonas del sur de Perú, continuaron su marcha hacia Lima, donde comenzaron a llegar otros miles para sumarse a quienes en la emblemática plaza San Martín exigieron una vez más la renuncia de la presidenta, Dina Boluarte, el cierre de Congreso, la convocatoria a una Asamblea Constituyente y la liberación del destituido mandatario Pedro Castillo.
Entre aplausos y cánticos, los manifestantes recibieron en la Plaza San Martín a delegaciones de las regiones de Apurímac, Puno, Cusco y Ayacucho que llegaron esta noche a la capital para incrementar la presión sobre el gobierno de Boluarte.
Horas antes, la policía intentó dispersar a la multitud con gases lacrimógenos, pero los ciudadanos siguieron su marcha hacia el centro de la capital.
El cerco a los movimientos sociales y espacios culturales continuó. La Asamblea Nacional de los Pueblos denunció en Facebook, que la policía intervino el local del Sindicato de Trabajadores Telefónicos, justo cuando realizaban una asamblea de cara al paro nacional convocado para mañana.
Ciudadanos acusaron en Twitter que el bar La Toscana, donde se iban a presentar Marvelia María Consilla y Walter Humala en un concierto con canciones de Ayaccho, fue allanado por fuerzas de seguridad, lo que obligó a cancelar el espectáculo.
Tras un viaje de 40 horas, unos 400 campesinos de la ciudad de Andahuaylas, en la región sureña de Apurímac, llegaron en la madrugada a la capital en camiones y se concentraron inicialmente en la Plaza Manco Cápac para e la noche desplazarse a la plaza San Martín.
Su caravana fue bloqueada antier en el kilómetro 31 de la carretera Libertadores-Huari, en el distrito de Humay, provincia de Pisco, por la policía, que los mantuvo detenidos hasta medianoche.
Desde Cusco, cientos de campesinos en camiones partieron hacia la capital, distante a mil 100 kilómetros. La población se reunió para despedirlos y desearles que regresaran con vida, según videos que circularon en redes sociales.
Pobladores de las provincias de Acomayo, Chumbivilcas, Canchis, Paruro, Quispicanchi y estudiantes universitarios se embarcaron provistos de alimentos, leña, cilindros con agua, ollas, entre otros enseres que recaudaron de donaciones, informó el diario La República en su portal.
Cientos de indígenas aimaras se movilizan además en varios autobuses desde la ciudad de Ilave en la región sureña de Puno, fronteriza con Bolivia.
“Estoy emocionado para viajar a Lima porque la lucha continúa, estamos viajando todos los hermanos de sangre aymara a la lucha”, declaró a la agencia de noticias Afp Julio César Ramos antes de embarcarse en un camión a Lima.
Desde la plaza de Armas de la ciudad de Juliaca, en Puno, delegaciones de ciudadanos de las provincias de San Román, Azángaro, estudiantes universitarios viajaron a la capital en aproximadamente 20 vehículos, indicó en Twitter el medio Wayka.
Los estudiantes de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno y la Universidad Nacional de Juliaca también se encaminaron a la capital, detalló La República.
El conflicto estalló tras la destitución del ex mandatario Pedro Castillo, un maestro rural, luego que intentó disolver el Congreso, el pasado 7 de diciembre.
Las protestas, que dejan al menos 50 muertos y 600 heridos en cinco semanas, según la Defensoría del Pueblo, se reanudaron el 4 de enero después de una tregua por las fiestas de fin de año.
En el marco del paro, se realizará la marcha de ‘Los cuatro suyos’, en referencia a la división política del imperio incaico (1200-1533) en cuatro jurisdicciones llamadas suyos.
El mismo nombre se usó en 2000 para una de las más nutridas protestas contra el ahora encarcelado ex presidente Alberto Fujimori, que gobernaba entonces tras una cuestionada relección y huyó del país ese año en medio de escándalos de corrupción.
“Me duele mi patria que esté así por eso hermanos aymaras y quechuas, uno sólo somos”, declaró a la Afp Roger Mamani de 28 años.
Los bloqueos de carreteras siguen dando la pauta del ritmo de las protestas. A día de hoy estaban bloqueados 81 tramos de carreteras en 8 de las 25 regiones, tres regiones menos que el fin de semana.
Las fuerzas del orden liberaron la madrugada un tramo de la carretera Panamericana Norte, arteria que conecta a la capital con esas regiones del país. No se informó del saldo del operativo.
En Arequipa, pobladores bloquearon con piedras y troncos la Panamericana Sur que llega hasta Tacna, fronteriza a Chile.
El director del Consejo Nacional del Transporte Terrestre, Martín Ojeda, señaló que con estos nuevos bloqueos 80 por ciento de la flota de autobuses se encuentra paralizada.
En Madre de Dios, el combustible se acaba y decenas de cisternas fueron impedidas de avanzar por tres tramos bloqueados de la carretera Interoceánica que llega a Brasil.
La presidenta Boluarte pidió a los manifestantes que se dirigen a Lima que se manifiesten en paz y calma.