Hoy se celebra el “Día Internacional de la Conservación del Suelo “, sin que el gobierno de México cuente con una estrategia para recuperar y conservar más de la mitad del territorio nacional expuesto a la erosión eólica e hídrica, coincidieron investigadores y productores agrícolas.
Rafael García del Horno, Secretario de Finanzas de la Fundación Mejoremos El Campo A.C, señaló que la austeridad gubernamental obligó a cancelar obras de conservación de suelos en más de 100 millones de hectáreas (la mitad del país) afectadas por la erosión. Esto, dijo, debido al arrastre de los suelos hacia las partes bajas, por vientos y aguas broncas.
García del Horno, recordó que la erosión, la meteorización, la tala de árboles, la sedimentación, el transporte, las malas prácticas de siembra y las quemas, son las causas de la degradación del suelo.
Este fenómeno ha provocado erosión de pequeña, moderada y severa en amplias superficies que van de la parte central hacia el norte, y las vertientes del Golfo de México y del Pacífico.
Señaló que crece la carencia de alimentos en las entidades federativas, municipios y localidades. Es necesario garantizar a nivel de política económica, social, cultural y ecológica, la articulación del combate a la degradación del suelo, como estrategia de desarrollo estatal, municipal y comunitario, que permita avanzar en el logro gradual de un desarrollo sustentable
Precisó que siete estados concentran el 50 por ciento del valor de la producción agrícola nacional y todos presentan procesos de degradación de suelos: Sinaloa (degradación química), Michoacán (erosión hídrica), Veracruz (degradación física), Jalisco (erosión hídrica), Sonora (erosión hídrica), Chihuahua (erosión eólica, y Chiapas (degradación química). Esto indica la urgente necesidad de establecer medidas preventivas y correctivas de conservación del suelo.
Estudios del Colegio de Postgraduados, indican que el avance de los desiertos de Sonora, Chihuahua y Coahuila, llega a San Luis Potosí, Zacatecas y Durango, por lo que urge crear instituciones específicas, frente a un rezago de unas cinco décadas de hacer nada en la materia.