El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que, para enfrentar la actual crisis económica, derivada de la pandemia y de la guerra en Europa, “lo mejor para la población es producir, pero sí ayuda el control de precios; vamos a esperarnos, atender y decir al pueblo, nuestro amo es el pueblo, no somos peleles, no somos títeres.”
Al abundar sobre la situación económica del país, el tabasqueño aseguró que la recaudación de impuestos es buena, “estamos avanzando bien, no hemos contratado deuda pública, no se ha contratado deuda adicional.
“Tenemos estabilidad; se ha apreciado el peso; tenemos menos inflación que en Estados Unidos; ya llevamos 21 millones de trabajadores registrados en el Seguro Social; ganan en promedio 14 mil pesos mensuales; han crecido las reservas del Banco de México en 16 por ciento. No tenemos problema de recaudación.”
También aclaró que el subsidio a las gasolinas y al diésel se mantiene en todo el país, y lo mismo en la frontera norte. Y que el anuncio del corte de subsidio en aquella zona limítrofe con Estados Unidos obedeció a una interpretación distinta de los decretos que cada viernes se asume en torno a los precios de los hidrocarburos.
“Ayer se corrigió y se resolvió el problema, porque ya estaban diciendo nuestros adversarios ¡gasolinazo!, y les gustaría tener esas podridas para difundirla”.
López Obrador adujo que el subsidio en la frontera norte no se retiró también porque “es un acto de solidaridad” con Estados Unidos por las remesas y por otras decisiones que asumió el gobierno de aquel país.
La primera fue cuando se tomó la decisión de reducir la plataforma de producción mundial del petróleo, derivado de la crisis sanitaria, y como a México correspondía una baja de 300 mil barriles del crudo, el gobierno de Donald Trump absorbió esa reducción en 200 mil barriles y México solo asumió 100 mil barriles.
Y la segunda parte fue la decisión de Joe Biden, para que México obtuviera la refinería de Deer Park en Texas.