La misión de la NASA a la Luna no ha sido hoy tampoco capaz de despegar. El cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, por sus siglas en inglés) ha vuelto a dar un problema durante la carga de combustible. Como el lunes, el lanzamiento se ha suspendido poco tiempo antes de la hora señalada.
En teoría, tras haber tenido que suspender de nuevo la misión, habría una nueva ocasión de intentar el lanzamiento el próximo lunes o el martes, días 5 y 6 de septiembre. Después, ya no habrá una nueva posibilidad hasta mediados de octubre. Pero los ingenieros tendrán que volver a repasar meticulosamente todos los sistemas y asegurarse de que, esta vez, no vuelva a ocurrir lo mismo.
El equipo de la misión lunar Artemis I de la NASA ha trabajado sin éxito para detener una nueva fuga en el sistema de suministro de hidrógeno líquido a la parte central del cohete SLS, horas antes del lanzamiento previsto para este sábado desde Cabo Cañaveral, en la costa atlántica de Florida. A menos de tres horas del momento previsto para el despegue, la agencia espacial estadounidense se ha visto obligada a suspender una más vez la misión.
Tras aplicar presión con helio sobre la zona de la fuga, parecía que se podía reanudar el flujo de hidrógeno líquido, por lo que la NASA mantuvo en un primer momento el plan para realizar hoy el lanzamiento. Sin embargo, dos horas después de detectar el problema, los ingenieros se han dado finalmente por vencidos, al constatar que no había ya tiempo de solventar la situación.
La misión tiene como objetivo preparar el camino para el regreso de los astronautas estadounidenses a la Luna. El pasado lunes ya hubo un primer intento pero que finalmente cancelaron. La idea es acercar a la nave espacial Orión a una distancia de 96 kilómetros de la Luna, tras lo cual regresará a la Tierra y amerizará sobre el océano Pacífico. El principal objetivo es demostrar que el viaje, que no tendrá tripulación, puede realizarse en condiciones de seguridad.
Todas las miradas estaban hoy puestas sobre el cohete SLS, el más poderoso jamás construido, después de que el lunes obligara a cancelar la cuenta atrás. Finalmente, ha vuelto a dar el sábado un problema que los expertos no han sido capaces de solucionar a tiempo.
El motivo fue que el tercero de los cuatro motores que propulsan el SLS no logró enfriarse lo suficiente, pero los ingenieros han revisado el problema durante estos días y ahora lo atribuyen al mal funcionamiento de un sensor, por lo que consideran que la misión está lista para arrancar.