En el marco del Día Mundial para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, conmemorado el pasado 26 de septiembre, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo León refrenda su compromiso de reducir su incidencia.
El embarazo adolescente es un problema de salud pública en México, debido a que en el 71 por ciento de los casos se registran a los 15 años de edad, con alto riesgo para la salud de la madre y del bebé.
Olga Leticia Zamarripa Pérez, Supervisora Delegacional de Trabajo Social, señaló que el objetivo institucional es reducir la incidencia de embarazos en adolescentes mediante información, educación y promoción en todas las Unidades de Medicina Familiar (UMF).
El IMSS en Nuevo León trabaja con el programa JuvenIMSS, el cual se lleva a cabo en las 31 UMF, cuyo personal de Trabajo Social instruye en temas como educación sexual, salud reproductiva y metodología anticonceptiva, así como enfermedades de transmisión sexual.
Durante este año se ha logrado capacitar a 4 mil 304 adolescentes, mediante 173 cursos en escuelas de nivel básico y media superior.
El especialista en ginecología y supervisor de Hospitales en la Oficina de Representación Nuevo León del IMSS, doctor Ulises Castillo, afirmó que el embarazo en madres adolescentes conlleva un mayor riesgo de presentar enfermedad hipertensiva, diabetes gestacional y hemorragia obstétrica.
En el caso de los recién nacidos de madres adolescentes, éstos tienen tres veces más riesgo de que mueran durante los primeros 28 días de vida, en comparación con los neonatos de las mujeres de 20 a 29 años.
Además, los recién nacidos se ven afectados por restricciones de crecimiento y los efectos de un posible parto pre término, precisó Castillo.
Para cumplir el objetivo de prevención, actualmente se aborda a las adolescentes embarazadas en la consulta prenatal para brindar asesoría y sesiones educativas.