Europa Press
Rusia vetó ayer una propuesta del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para extender durante un año las entregas de ayuda humanitaria desde Turquía al noroeste de Siria, programa que expira este domingo 10 de julio.
La resolución, que fue redactada por Irlanda y Noruega, recibió 13 votos a favor. Por su parte, Rusia votó en contra, mientras que China se abstuvo.
El representante adjunto de Rusia, Dimitri Polyanski, alegó que su “consideración primordial” era la de salvaguardar la soberanía y la integridad territorial de Siria.
El representante chino ante la ONU, Zhang Jun, indicó que “se debe respetar plenamente el liderazgo del gobierno sirio” y pidio que se continúe con la negociación para lograr un compromiso.
Por su parte, representantes de otros países, como la de Estados Unidos, solicitaron un programa específico para que las agencias tengan un “tiempo predecible” para planear operaciones humanitarias.
“Se trata de una cuestión de vida o muerte y, trágicamente, habrá personas que morirán por culpa de esta votación y del país que desplegó cínicamente el veto”, declaró la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ante el Consejo.