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Zuckerberg acepta responsabilidad ante Congreso de EU

Mark Zuckerberg se ha responsabilizado ante el Congreso de Estados Unidos de la fuga de datos a la empresa británica Cambridge Analytica, en 2014, un escándalo que afecta a 87 millones de usuarios. El multimillonario de 33 años ha pedido perdón ante los comités de Comercio y Justicia del Senado y se ha comprometido a hacer reformas para aumentar la protección de los usuarios.

“Está claro que no hicimos lo suficiente para impedir que las herramientas fueran utilizadas de manera malintencionada, en referencia a las noticias falsas, la injerencia extranjera en las elecciones, el discurso de odio y la privacidad de datos. No calibramos de manera lo suficientemente amplia nuestra responsabilidad y eso fue un gran error. Fue mi error, y lo siento. Creé Facebook, lo gestiono y soy responsable de lo que suceda en él”, afirmó Zuckerberg.

El senador Bill Nelson, uno de los 44 presentes en la sala, le preguntó a Zuckerberg qué podía hacer el usuario para evitar recibir anuncios cuando de repente le aparece una publicidad concreta sobre un producto del que está hablando con sus amigos es ese momento en Facebook.

“Si desea mantener una conversación sin recibir anuncios personalizados, puede desactivar la casilla compartir información con terceros. Lo que hemos descubierto es que incluso si a algunas personas no les gustan los anuncios, la gente realmente no quiere anuncios irrelevantes. Y si bien es cierto que hay cierta incomodidad al utilizar información para hacer anuncios más relevantes, los comentarios más contundentes que recibimos son que la gente preferiría que mostráramos contenido importante”, respondió el fundador de Facebook.

Preguntado sobre la posibilidad de que se cree una versión de Facebook de pago para evitar la publicidad, Zuckerberg dijo que siempre existirá una versión gratuita.

El fundador del gigante tecnológico también aseguró ante los senadores que su empresa está trabajando con el equipo del fiscal especial de la trama rusa que investiga la posible injerencia de Moscú en las presidenciales de Estados Unidos, en 2016.